Continuando con los Subgéneros de la Narrativa, en esta ocasión nos ocupamos del Cuento Realista. Definimos al Realismo como una corriente literaria que intenta representar la realidad social a través de la ficción, a partir de la observación directa del entorno.
Luego leímos un relato de la escritora argentina Samanta Schweblin: Matar a un perro. Aunque la historia fue seguida con bastante concentración, al final de la misma las reacciones generales fueron de rechazo. El comentario de Diego, con el que muchos coincidieron, era que no podía ser realista un cuento que planteara una situación tan poco creíble como la de un hombre que debía pasar la prueba de matar a un perro para conseguir un trabajo.
Si bien el cuestionamiento es legítimo, no hay que olvidar que en la definición de más arriba hablamos de que se intenta representar la realidad. Esto quiere decir que en todo caso, el cuento fracasó en su objetivo, pero no por eso dejaba de ser un relato realista.
En la segunda hora nos dedicamos a analizar algunos aspectos del cuento como: el tipo de narrador, los espacios, el tiempo o época en que transcurre, las características de los personajes, y por último, la relación con la realidad cordobesa. En la próxima clase trataremos de ahondar en las características de este subgénero, a partir de las respuestas aportadas en este análisis.
jueves, 18 de agosto de 2011
viernes, 12 de agosto de 2011
Clase del 10 de agosto
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La zorra y las uvas |
Definimos a las Fábulas como composiciones literarias breves en las que los personajes casi siempre son animales u objetos, que presentan características humanas como el habla, el movimiento, etc. Estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo, que suele figurar al final del texto.
Si bien en la Literatura la finalidad didáctica (o de enseñanza) suele estar más o menos presente (aquí, de hecho, nos dedicamos a aprender a partir de la misma), es en las Fábulas donde lo didáctico es el objetivo fundamental. Éstas son historias simples, con personajes escasos y poco complejos. La razón de esto es que se intenta poner el acento en las acciones, y en lo que éstas representan como "buen o mal obrar".
En los ejemplos que leímos, sin embargo, pudimos advertir que este subgénero, cuyas primeras manifestaciones se remontan a la Antigua Grecia, y que alcanza gran difusión hace unos trescientos años, ha evolucionado tanto que podemos hablar de dos tipos de Fábula:
Fábula Clásica: Es el tipo más común y representativo, el que quizás hemos conocido de niños. Aquí se respetan el concepto y las características que mencionamos más arriba. El contexto social, histórico o geográfico no es importante. La diferencia entre lo que está bien y lo que está mal es más que clara. Y por último, la moraleja aparece explícita al final del texto. Leímos dos ejemplos de este tipo: La Zorra y las Uvas, de Félix Samaniego, y El Gato y los Ratones, de Jean de Lafontaine.
Fábula Moderna: Este tipo de Fábula se cultiva en la segunda mitad del Siglo XX, cuando algunos escritores buscan adaptar el subgénero a un nuevo tipo de sociedad, más compleja, donde se hace más difícil definir lo bueno y lo malo. Aquí se insertan más informaciones del contexto, y la enseñanza puede no quedar tan clara. No hay moraleja explícita, y suele haber más ironía que seriedad. Como ejemplos tomamos dos textos del guatemalteco Augusto Monterroso: La Oveja Negra y El Eclipse.
Clase del 3 de agosto
Una vez que ya abordamos en general los cuatro Géneros Literarios (Narrativo, Lírico, Ensayístico y Dramático), comenzamos este nuevo curso con los distintos SUBGÉNEROS NARRATIVOS.
Esta clase la dedicamos a MITOS Y LEYENDAS, dos subgéneros de la narrativa que se asemejan en:
- Tener raíz tradicional-popular;
- Ser de autor anónimo;
- Intentar explicar el origen de personajes, comunidades, lugares, acontecimientos, etc.
Claro que más allá de estas coincidencias, es preciso diferenciar ambos tipos:
EL MITO es una historia que guarda relación con aspectos religiosos de la comunidad a la que pertenece. Sus personajes suelen ser seres sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). Ocurre en un tiempo que no es el cotidiano, que medimos con relojes y calendarios, sino un tiempo sagrado, que es el de la creción del mundo. Por último, y aunque a veces usemos la expresión "mito" como sinónimo de falsedad o mentira, estas historias son verdaderas (las más verdaderas, las que dan sentido al mundo entero) para quienes se sirven de ellas transmitiéndolas de generación en generación. Es que el mito se relaciona con lo que se llama Construcción de Sentido. ¿Qué es esto? Se trata de la humana labor de encontrar un significado a lo que nos rodea, para entenderlo y así poder sobrevivir. Que aunque parezca extraño en un mundo como el que vivimos, lleno de ruido, imágenes y palabrerío, es fundamental para el que, como muchos indígenas por ejemplo, han vivido o viven aislados en medio de una naturaleza a veces amable, otras veces peligrosa.
LA LEYENDA, por su parte, es una narración con elementos fantásticos o imaginativos que pretende ser verdadera pero no es fija sino que está sujeta a cambios y distintas versiones. Suele ubicársela en un tiempo histórico y en un lugar geográfico determinados, y suelen aparecer en ella tanto criaturas extrañas como personajes comunes y corrientes. Las personas no están de acuerdo sobre si es cierta o no, pero así y todo se encargan de difundirla.
Como ejemplo de cada uno, leímos y comentamos el Mito de la Flor del Algodón de los Tobas del Chaco, y la Leyenda Urbana Cordobesa de la "Pelada de la Cañada". En ambos textos fuimos reconociendo las características que los asemejan y diferencian.
Esta clase la dedicamos a MITOS Y LEYENDAS, dos subgéneros de la narrativa que se asemejan en:
- Tener raíz tradicional-popular;
- Ser de autor anónimo;
- Intentar explicar el origen de personajes, comunidades, lugares, acontecimientos, etc.
Claro que más allá de estas coincidencias, es preciso diferenciar ambos tipos:
EL MITO es una historia que guarda relación con aspectos religiosos de la comunidad a la que pertenece. Sus personajes suelen ser seres sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). Ocurre en un tiempo que no es el cotidiano, que medimos con relojes y calendarios, sino un tiempo sagrado, que es el de la creción del mundo. Por último, y aunque a veces usemos la expresión "mito" como sinónimo de falsedad o mentira, estas historias son verdaderas (las más verdaderas, las que dan sentido al mundo entero) para quienes se sirven de ellas transmitiéndolas de generación en generación. Es que el mito se relaciona con lo que se llama Construcción de Sentido. ¿Qué es esto? Se trata de la humana labor de encontrar un significado a lo que nos rodea, para entenderlo y así poder sobrevivir. Que aunque parezca extraño en un mundo como el que vivimos, lleno de ruido, imágenes y palabrerío, es fundamental para el que, como muchos indígenas por ejemplo, han vivido o viven aislados en medio de una naturaleza a veces amable, otras veces peligrosa.
LA LEYENDA, por su parte, es una narración con elementos fantásticos o imaginativos que pretende ser verdadera pero no es fija sino que está sujeta a cambios y distintas versiones. Suele ubicársela en un tiempo histórico y en un lugar geográfico determinados, y suelen aparecer en ella tanto criaturas extrañas como personajes comunes y corrientes. Las personas no están de acuerdo sobre si es cierta o no, pero así y todo se encargan de difundirla.
Como ejemplo de cada uno, leímos y comentamos el Mito de la Flor del Algodón de los Tobas del Chaco, y la Leyenda Urbana Cordobesa de la "Pelada de la Cañada". En ambos textos fuimos reconociendo las características que los asemejan y diferencian.
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