viernes, 12 de agosto de 2011

Clase del 10 de agosto

La zorra y las uvas
Siguiendo con los Subgéneros Narrativos, en esta ocasión nos referimos a LA FÁBULA.

Definimos a las Fábulas como composiciones literarias breves en las que los personajes casi siempre son animales u objetos, que presentan características humanas como el habla, el movimiento, etc. Estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo, que suele figurar al final del texto.

Si bien en la Literatura la finalidad didáctica (o de enseñanza) suele estar más o menos presente (aquí, de hecho, nos dedicamos a aprender a partir de la misma), es en las Fábulas donde lo didáctico es el objetivo fundamental. Éstas son historias simples, con personajes escasos y poco complejos. La razón de esto es que se intenta poner el acento en las acciones, y en lo que éstas representan como "buen o mal obrar".

En los ejemplos que leímos, sin embargo, pudimos advertir que este subgénero, cuyas primeras manifestaciones se remontan a la Antigua Grecia, y que alcanza gran difusión hace unos trescientos años, ha evolucionado tanto que podemos hablar de dos tipos de Fábula:

Fábula Clásica: Es el tipo más común y representativo, el que quizás hemos conocido de niños. Aquí se respetan el concepto y las características que mencionamos más arriba. El contexto social, histórico o geográfico no es importante. La diferencia entre lo que está bien y lo que está mal es más que clara. Y por último, la moraleja aparece explícita al final del texto. Leímos dos ejemplos de este tipo: La Zorra y las Uvas, de Félix Samaniego, y El Gato y los Ratones, de Jean de Lafontaine.

Fábula Moderna: Este tipo de Fábula se cultiva en la segunda mitad del Siglo XX, cuando algunos escritores buscan adaptar el subgénero a un nuevo tipo de sociedad, más compleja, donde se hace más difícil definir lo bueno y lo malo. Aquí se insertan más informaciones del contexto, y la enseñanza puede no quedar tan clara. No hay moraleja explícita, y suele haber más ironía que seriedad. Como ejemplos tomamos dos textos del guatemalteco Augusto Monterroso: La Oveja Negra y El Eclipse.

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