sábado, 3 de septiembre de 2011

Clase del 31 de agosto

Sin dejar de recordar lo aprendido sobre el Cuento Realista, en esta clase nos ocupamos del Cuento Fantástico. En este caso, hablamos de Cuento Fantástico cuando nos referimos a relatos en los que lo natural y cotidiano, se mezcla o es directamente invadido por lo extraño, sobrenatural, misterioso.
Es importante destacar que la eficacia de este subgénero se funda precisamente en esa mezcla entre lo racional y lo que resulta incomprensible a través de la razón.

Como ejemplo, leímos el cuento El brujo postergado, del autor medieval español conocido como el Infante Juan Manuel. Abordamos el texto de manera similar a como lo hicimos con el Cuanto Realista Matar a un perro, de Samanta Schweblin: recopilando datos de Tiempo, Espacio y Personajes, y luego exponiéndolos para llegar a conclusiones generales sobre esas características.

ESPACIO: Pudimos observar que a diferencia del Cuento Realista, en el que los lugares eran urbanos y reconocibles, esta historia transcurre en castillos, sótanos, celdas. Al mismo tiempo, se habla de ciudades como Toledo, Santiago, Tolosa, Roma, y se habla del lecho del Río Tajo; es decir que transcurre en Europa. Y esto no dificulta la comprensión del cuento, sino que quizás acentúa la sensación de misterio y extrañeza del mismo. Es que los espacios aquí no tienen que ser reconocibles, porque no se busca representar la realidad sino transmitir una idea a partir de una historia: que la ambición desmedida del Deán configura un grave defecto. Puede decirse, en este sentido, que los espacios en El brujo postergado cumplen una función particular en el desarrollo de la historia. Vimos que del castillo, al nivel de la tierra, se baja por una escalera al sótano donde de pronto empezamos a saltar en cosa de pocas líneas de una ciudad a la otra. La escalera, entonces, viene a ser el espacio limítrofe entre la realidad racional y la otra, la mágica y misteriosa que se desencadena al bajar al "gabinete de instrumentos mágicos" de Ilián.

TIEMPO: Las alteraciones del espacio son paralelas a las del tiempo. Y también es la bajada por la escalera el límite a partir del cual, en lugar de la linealidad del Cuento Realista, ingresamos en un relato de grandes saltos temporales. Pasan "diez días", luego "seis meses", "dos años", "cuatro años"... y de pronto reaparecemos en el gabinete de Ilián. La prueba a la que somete Ilián al Deán, es muy distinta a aquélla del Topo para el protagonista de Matar a un perro. Las habilidades mágicas de Ilián son las que propician tanto viaje espacial y temporal, y que justifican el carácter fantástico del relato. Hay dos tiempos en El brujo postergado: uno lineal, al principio y al final, y otro irregular, lleno de saltos y viajes y cambios, durante el desarrollo de la prueba de Ilián al Deán. También puede notarse, aunque no se lo mencione explícitamente, que el relato íntegro transcurre en un tiempo pasado, lejano del actual.

PERSONAJES: En este punto también es útil la comparación con el Cuento Realista. En El brujo postergado no hay seres de ésos que podemos ver pasar por la ventana del aula. Por el contrario, estamos ante personajes especiales, un cura que quiere ser brujo, y un mago que vive en un castillo y que dispone de instrumentos para la magia. Se trata de seres extraños, fantásticos, como los de los cuentos de hadas que nos contaban en la infancia.

Es importante, por último, destacar cómo para comprender un subgénero (el Cuento Fantástico), resulta muy útil la comparación con otro diferente (el Cuento Realista). No sólo en Lengua y Literatura, sino en todas las demás materias, este recurso puede servirnos para aprender.

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